Las autoridades guatemaltecas están este sábado en alerta por la actividad de tres volcanes que lanzan ceniza y flujos de lava, aunque solo uno entró en fase eruptiva.

El volcán de Fuego, cuya actividad en junio provocó 190 muertos, inició la víspera una nueva fase eruptiva que generó la evacuación preventiva de 62 personas, aunque horas después 40 afectados retornaron a sus hogares, dijo el vocero de la estatal Coordinadora para la Reducción de Desastres (Conred), David de León.

El 3 de junio, el coloso registró una potente erupción que provocó una avalancha de flujos piroclásticos (material volcánico ardiente) que arrasó una comunidad en el sur del país y dejó 190 fallecidos y 238 desaparecidos.

El volcán, de 3.763 metros de altura y ubicado 35 km al suroeste de la capital, registró este sábado "un leve descenso en su actividad", según un boletín del Instituto de Sismología.

Sin embargo, mantiene una columna de ceniza que alcanza 840 metros sobre el cráter y que se desplaza 20 km al oeste y suroeste, explosiones y un flujo de lava que alcanza los 1.200 metros de longitud.

Además, registra pulsos incandescentes que alcanzan los 200 metros sobre el cráter y caída de ceniza en siete comunidades aledañas.

"No se descarta la posibilidad de que el volcán continúe generando actividad efusiva y descenso de flujos piroclásticos de manera súbita", advirtió León.

Ante la disminución de la actividad, las autoridades habilitaron el tránsito de una carretera cercana que había sido cerrada el viernes por prevención.

En tanto, el volcán Pacaya, de 2.552 metros de altura y situado a 20 km al sur de Ciudad de Guatemala, aumentó su actividad la noche del viernes y el sábado mantenía explosiones y un flujo de lava de unos 600 metros de longitud.

"No se descarta la posibilidad de que se generen flujos de lava en mayor cantidad y recurrencia e inclusive se dé inicio a una nueva fase eruptiva en los próximos días o meses", consideró León.

El otro volcán activo es el Santiaguito, de 2.500 metros de altura y a unos 117 km al oeste. Mantiene explosiones débiles a moderadas y columnas de desgasificación de 700 metros sobre el cráter que lanza ceniza hacia el suroeste del coloso.